(CARACAS –) La cartera neta de créditos de la banca venezolana culminó en enero en USD297millones, un incremento de 9,2% respecto al mismo mes del 2021, poniendo al descubierto una incipiente mejora en la intermediación financiera del país suramericano, mientras el banco central mantiene una férrea política de encaje legal.
La mejora en la concesión de prestamos, no obstante, mantiene a Venezuela como el país latinoamericano con la menor cartera de créditos de la región. Adicionalmente, del desempeño refleja que tan sólo cuatro instituciones de la banca privada concentran el 56% de la cartera neta de créditos, de acuerdo a cálculos de Zignox.
El Banco Provincial, Banesco, Mercantil y el Banco Nacional de Crédito lideran la actividad crediticia, mientras el resto de la banca privada venezolana maneja USD53 millones repartidos entre 13 bancos pequeños. Entre la banca estatal destaca el Banco de Venezuela con préstamos circulantes por USD58 millones.
El total de la cartera neta de crédito representa apenas 7,8% del total de las inversiones en títulos valores el sector bancario del país, la cuales cerraron en enero en USD3.780 millones. El 96% de esas inversiones están en títulos, como letras del Tesoro, respaldados por el gobierno venezolano.

El Banco Central de Venezuela continúa con su política restrictiva para contener la inflación. El encaje legal se ubica en 73%, lo que dificulta a la banca la entrega de bolívares a sus clientes. La autoridad monetaria ha usado cerca de USD2.200 millones al mercado en los últimos cinco meses para aumentar la oferta y amarrar la cotización del bolívar respecto al dólar, según la consultora Aristimuño Herrera & Asociados. La moneda venezolana fluctúa en una banda de Bs 4,30 a 4,50 por dólar.
Mientras tanto, el encaje legal para las obligaciones netas en moneda extranjera se mantiene en 31%. La normativa indica que quienes incurran en déficit de encaje, deberán pagar 9 puntos porcentuales adicionales a la tasa fijada por el BCV (28,2%) sobre operaciones de descuento, redescuento y anticipo.
Comparación regional
El tamaño del sistema financiero venezolano sigue estando por muy por debajo de los niveles promedios de Latinoamérica. A Octubre de 2021, el total de créditos concedidos por los bancos venezolanos representaron el 0,42% del total de préstamos del Centro Bancario Internacional de Panamá y el 1% del total de créditos reportados por los bancos de Ecuador, según el Sistema Automatizado de Información Financiera.
La cartera de la banca venezolana apenas representa un poco más de la mitad de la cartera crediticia de Uruguay, el segundo país con menor participación en cartera de Latinoamérica con una población de 3,5 millones de personas, mientras que Venezuela cuenta con 29 millones de personas.
Desde finales de 2019 la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario, Sudeban. flexibilizó las restricciones para que los bancos venezolanos pudiesen manejar las cuentas nacionales en divisas No obstante, estos recursos depositados en su mayoría por las empresas no pueden ser usados en la intermediación financiera para otorgarles créditos a las compañías y a otros sectores claves como las hipotecas inmobiliarias durante más de dos años.
El economista Leonardo Buniak, un consultor en Planificación Estratégica, dijo a mediados de marzo a Efecto Cocuyo que “la dolarización en el país, sumada a la caída del proceso de intermediación crediticia (bolívares de depósito colocado en crédito bancario), han llevado a que la banca en Venezuela sea puramente transaccional, con un stock representado por captaciones en dólares de 55% (1.392 millones de dólares).”
Claudio Rivas, secretario general de la Federación de Trabajadores Bancarios y Afines, Fetrabanca, señaló recientemente en una entrevista con Banca y Negocios, que la banca venezolana tuvo en 2019 una cartera de crédito de USD6,700 millones y al cierre del 2021 la misma apenas alcanzó a USD219 millones. También acotó que en el sexenio 2016-2021, la banca perdió 33.240 empleados (-44,32 %) y cerró 760 agencias (-21,41 %).