Por primera vez desde que asumió el poder, el Gobierno criticó en una sesión pública de la Organización de Estados Americanos que el organismo reconozca a Juan Guaidó como presidente de Venezuela. Y en ese tren se sumó sin éxito al momento, al grupo de países que también reclama que no se les reconozcan las credenciales a sus representantes allí.
Mientras que varios países de la OEA reconocen al líder opositor como presidente de Venezuela -también el secretario general Luis Almagro-, el gobierno de Alberto Fernández retiró ese reconocimiento al asumir el poder. Mauricio Macri sí lo reconocía junto a otros paises de la región como Brasil. Fernández además retiró a la Argentina al ahora casi extinguido Grupo de Lima, que también toma a Guaidó como presidente paralelo en Venezuela.
Antes de que el canciller Santiago Cafiero defendiera el principio de “no injerencia” en los asuntos de otros países -también dijo que al Gobierno le importaba la defensa de los derechos humanos-, el vicecanciller Pablo Tettamanti, tuvo la palabra y dijo ante el pleno que el Gobierno entendía que la República Bolivariana de Venezuela se había retirado de la Organización de Estados Americanos según notificación del presidente Nicolas Maduro a la Secretaría General. Y que fue en abril de 2017 cuando decidió denunciar la carta del organismo.
“En virtud de ello, la República Bolivariana de Venezuela ha dejado de ser miembro de la organización y en consecuencia la Argentina considera que es necesario evaluar esta situación y en todo caso no está en condiciones de reconocer las credenciales de ningún designado representante de Venezuela en esta Asamblea General”, sumándose a otros paises como Mexico, Bolivia y Barbados, que también han hecho lo mismo.